Comenzamos un nuevo episodio de aquellos viajeros románticos que estuvieron en Ronda, en este caso nos vamos a referir nada más y nada menos que a Astolphe de Custine (Marqués de Custine). Escritor de fama mundial en su época y felizmente rescatado en el siglo XX.
Su viaje a España le supone también un viaje personal definitivo hacia la libertad, porque aquí, a pesar de haber sido educado en el Antiguo Régimen y ser heredero de sus formas y de sus ideas, a medida que su pensamiento va madurando, su propio debate interno se inclina finalmente por la libertad y por el modelo constitucional y representativo que quería para España y todos los países europeos. Custine nos ofrece en su libro un primoroso relato sobre este camino nuestro de Gibraltar a Ronda, que hasta ahora no había sido traducido en su integridad, con una atención especialmente romántica sobre el paisaje y sus habitantes, a pesar de las precauciones que toma por la fama que sobre el bandolerismo existía por estas sierras.
En este pasaje se muestra como un auténtico visionario de lo que podría ser la visita a la Garganta del Tajo. Nos sorprende su calidad literaria, su emoción y sorpresa su forma de contarlo, su sensibilidad y cómo disfruta de su paseo hasta al base del puente de Tajo de Ronda, al que considera uno de los paisajes más bellos de Europa.