Cuando en Ronda se escucha el nombre de Joan Marc Falcó, inevitablemente se piensa en los 101 kilómetros y en la imagen de este deportista cruzando la meta en los primeros puestos. Pero en esta ocasión, su reto ha ido mucho más allá: recorrer en bicicleta 5.000 kilómetros desde Oslo hasta Ronda en tan solo siete semanas.
El profesor y atleta relató su experiencia en una entrevista concedida a COPE Ronda, donde compartió la emoción de haber culminado esta aventura única. “Han sido siete semanas muy vibrantes, con mucha emoción y recuerdos. Me han ayudado a entender un poco más cómo es el mundo”, explicó.
Su recorrido lo llevó a través de Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania, Suiza, Austria, República Checa, Francia y, finalmente, España. De cada país se llevó una impresión distinta, aunque los nórdicos le dejaron una huella imborrable: “Son un ejemplo, para mí representan el futuro. Todo está bien organizado, respetan al ciclista y es un auténtico paraíso para moverse en bici”.
No todo fue fácil. Durante su trayecto atravesó momentos de dificultad, especialmente por la climatología. “En Alemania tuve 14 días seguidos de lluvia. Llovía incluso cuando el pronóstico decía lo contrario. Pensé en abandonar, porque era demasiado. Tenía que secar todo cada día. Pero al final, seguí adelante”, confesó en los micrófonos de COPE Ronda.
Más allá del esfuerzo físico, Joan Marc destacó el aprendizaje vital: “La autosuficiencia es lo más importante. Experiencias como esta te hacen crecer, te enseñan a valerte por ti mismo”. Su hija fue testigo de cómo la bicicleta no es solo un deporte, sino una forma de vida.
Al hablar de futuro, no duda en mirar hacia su ciudad. “En Ronda necesitamos infraestructuras para fomentar la bicicleta. Igual que no se puede jugar al fútbol sin un campo, tampoco se puede impulsar la movilidad en bici sin carriles y seguridad. Es algo que requiere planificación a largo plazo, más allá de quién gobierne”.
Con la ilusión intacta y ya pensando en nuevas aventuras, Joan Marc Falcó regresa a casa con un mensaje claro: la vida es movimiento, y la bicicleta puede ser la llave para un futuro más sostenible.


