Se trata de una dama inglesa que viaja por la Serranía de Ronda y su relato se publica en la revista ‘The Leisure Hour’, que recoge y traduce nuestro gran maestro Antonio Garrido Domínguez. Todas las prohibiciones sociales que cercenaban las actividades de la mujer en aquella época, en cierto modo, contribuyeron a que en un primer momento ocultara su nombre para no dar lugar a críticas que podían perjudicar su buen nombre y el de la familia, y, en resumidas cuentas, la tranquilidad del hogar.
Esta viajera nos habla de la impresión tan favorable que les causaron los habitantes de la Serranía y la sorpresa que le supuso divisar por primera vez Ronda: “El lugar es de lo más curioso, tanto por su situación como por su urbanismo y sus habitantes”. Se queda admirada del Puente Nuevo, del Tajo y sus molinos, de la Casa del Rey Moro… Las muchachas de Ronda les recuerdan a las que pinta Murillo. Con los nombres de los pueblos que recorre en su camino, le parece que está atravesando montañas de Oriente.


