Cuando Vicente Espinel viene al mundo a finales de 1550, Europa había alcanzado un nivel cultural sin precedentes en la historia. Las universidades se multiplicaban. La imprenta había llevado los libros al alcance de las clases más humildes, convirtiéndolos en el equivalente de la época a lo que en nuestros días sería el cine, la televisión o más actualmente los medios digitales. La literatura más demandada eran las novelas de caballerías.
España se erigió como la superpotencia de este siglo y reunió un imperio gigantesco, con posesiones por todo el mundo. Alcanzó su apogeo al incorporar el Imperio portugués. Dominó extensísimos territorios americanos, desde los actuales Estados Unidos hasta la zona de Chile y Argentina, posesiones alrededor de África, numerosas colonias en Asia fruto de la conquista de Portugal. Además de media Italia, los Países Bajos (Flandes), la Borgoña, etc.
En España todavía reinaba Carlos I, nieto de los RR.CC. e hijo de Juana La Loca, este ocho años después abdicaría en favor de su hijo Felipe II.
Era la época en la que el emperador Carlos I de España y V de Alemania sufre el desaliento de no haber logrado unificar política y socialmente el protestantismo con el catolicismo después de cincuenta años de conflictos.
De este monarca se conserva en Ronda una puerta ubicada en las murallas del Almocábar que se construyó por aquella época en honor al emperador, luciendo en su parte superior el escudo de la Casa de los Austrias. También por el apoyo que recibió el rey por parte de la ciudad, en contra de la rebelión de los Comuneros, probablemente se le añadiría al escudo de Ronda las armas de los Austrias, así como el lema “Ronda Fidelis et Fortis”, expresión que acuñó el propio emperador por su fidelidad y obediencia en oposición a aquellos comuneros de Castilla.
En Ronda ya se había abierto la calle Real, en lo que se empezó a llamarse el nuevo barrio del Mercadillo o Ejido de la Puente, por el puente Viejo. Ronda empieza a crecer hacia el Norte, ampliándose el caserío por la actual calle de Santa Cecilia, que toma el nombre de la iglesia que allí se construye en honor precisamente a la patrona de la Música, hoy de Padre Jesús. Hasta alcanzar con los años, la parte superior más llana, la denominada Dehesa del Mercadillo, germen de la expansión de la actual Ronda.
Precisamente por haber nacido Espinel en este nuevo barrio, fue bautizado en esta iglesia de Santa Cecelia, premonitorio su nombre con gran músico que fue después, que estaría recién construida, al igual que, en el otro extremo de la calle Real, se levantó el convento de los Remedios de la Orden de la Trinidad Calzada, del que solo queda el solar. Este convento era fácilmente reconocible por su esbelta espadaña-campanario.