El origen de la humanidad se localiza en el continente africano que lo tenemos enfrente, por lo que todo el ámbito del Estrecho es un lugar privilegiado para profundizar en el conocimiento del primer poblamiento humano de la península Ibérica, como vía de comunicación entre ambos continentes a inicios del Pleistoceno.
Nos encontramos en un territorio mitológico, entre dos mares y dos continentes, un lugar que fue al mismo tiempo confín (como fin o inicio del Mediterráneo) y puente (en el ámbito económico y cultural del Estrecho). ). Su nombre, pues, ha quedado para siempre vinculado a este lugar: Las columnas de Hércules (Herculis Columnae) y el Estrecho de Gibraltar (Fretum Herculaneum).
En época feno-púnica, las condiciones geográficas de la bahía de Algeciras, fundamentalmente en la desembocadura de los ríos Guadiaro y Guadarranque, propició el establecimiento de importantes colonias con fines comerciales y de control territorial.
Durante la época romana, la pujanza económica de la zona la marcaba Carteia, basada en la producción y comercio de productos derivados de la pesca, y la posición estratégica que poseía todo el territorio incidió en su rápido aumento demográfico y el nacimiento de nuevos núcleos de población