Ayer se presentó en el nuevo centro cultural de Arriate el libro “Valentín Ortigosa. El Arriateño que fue obispo electo de Málaga” obra de Rafael Gómez Marín.
La Presentación ha corrido a cargo del diputado provincial de Málaga, Manuel López Mestanza, del alcalde Francisco Javier Anet, el delegado de Cultura Rafael Melgar, la presidenta del club de las letras de Arriate Mima Gutiérrez y del párroco Rafael Caro “Carito”.
Este libro, compuesto de nueve partes y un apéndice documental, tiene como primordial objetivo poner en valor la desconocida figura de Valentín Ortigosa. Nacido en Arriate en 1784, Valentín Ortigosa se convirtió en un obispo incómodo desde el momento en que la reina Isabel II decidió su nombramiento sin contar con el refrendo papal. La vida de este clérigo y senador del reino estuvo marcada por la resistencia y la valentía. Valiente –escribe Sergio Ramírez en el prólogo del libro– porque decidió defender las máximas liberales de la Corona española –de patente anticlericalismo–, actuando desde el mismo foco de la polémica y jugando, por tanto, en campo contrario con todo lo que ello le llegó finalmente a acarrear. Entre la numerosa documentación que recoge el libro sobre el que fuera obispo electo, gobernador y vicario capitular de esta diócesis, se encuentran los escritos que fueron censurados y denunciados por el cabildo eclesiástico.
El autor del libro es Rafael Gómez Marín. Tras finalizar su formación en los seminarios de Málaga, Granada y en la facultad de Teología de Granada, fue ordenado sacerdote en 1957. Fue párroco de la iglesia de San Isidoro en Los Gámez, núcleo de población en la zona de los pantanos de El Agujero y El Limonero. Antes ejerció su ministerio en las parroquias de Coín, Periana, Comares, Cañete la Real, Málaga, Benagalbón, Moclinejo, Venta Cotrina y Verdiales. Entre sus publicaciones se encuentran Colegiata de Antequera, Málaga en la Revolución Francesa, Salmo malagueño, Geografía de la Iglesia de Málaga y corralones, tabernas y librerías malagueñas a finales del siglo XVIII. Fue delegado diocesano de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga, iniciador de la Biblioteca del Obispado, juez prosinodal y miembro de la Junta del Patrimonio Artístico y Cultural.
Ayer se presentó en el nuevo centro cultural de Arriate el libro “Valentín Ortigosa. El Arriateño que fue obispo electo de Málaga” obra de Rafael Gómez Marín.
La Presentación ha corrido a cargo del diputado provincial de Málaga, Manuel López Mestanza, del alcalde Francisco Javier Anet, el delegado de Cultura Rafael Melgar, la presidenta del club de las letras de Arriate Mima Gutiérrez y del párroco Rafael Caro “Carito”.
Este libro, compuesto de nueve partes y un apéndice documental, tiene como primordial objetivo poner en valor la desconocida figura de Valentín Ortigosa. Nacido en Arriate en 1784, Valentín Ortigosa se convirtió en un obispo incómodo desde el momento en que la reina Isabel II decidió su nombramiento sin contar con el refrendo papal. La vida de este clérigo y senador del reino estuvo marcada por la resistencia y la valentía. Valiente –escribe Sergio Ramírez en el prólogo del libro– porque decidió defender las máximas liberales de la Corona española –de patente anticlericalismo–, actuando desde el mismo foco de la polémica y jugando, por tanto, en campo contrario con todo lo que ello le llegó finalmente a acarrear. Entre la numerosa documentación que recoge el libro sobre el que fuera obispo electo, gobernador y vicario capitular de esta diócesis, se encuentran los escritos que fueron censurados y denunciados por el cabildo eclesiástico.
El autor del libro es Rafael Gómez Marín. Tras finalizar su formación en los seminarios de Málaga, Granada y en la facultad de Teología de Granada, fue ordenado sacerdote en 1957. Fue párroco de la iglesia de San Isidoro en Los Gámez, núcleo de población en la zona de los pantanos de El Agujero y El Limonero. Antes ejerció su ministerio en las parroquias de Coín, Periana, Comares, Cañete la Real, Málaga, Benagalbón, Moclinejo, Venta Cotrina y Verdiales. Entre sus publicaciones se encuentran Colegiata de Antequera, Málaga en la Revolución Francesa, Salmo malagueño, Geografía de la Iglesia de Málaga y corralones, tabernas y librerías malagueñas a finales del siglo XVIII. Fue delegado diocesano de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga, iniciador de la Biblioteca del Obispado, juez prosinodal y miembro de la Junta del Patrimonio Artístico y Cultural.