El municipio de Benalauría, con poco más de 400 habitantes y enclavado en pleno Valle del Genal, cuenta con tres establecimientos que ofrecen todo tipo de productos a vecinos y visitantes.
Ana Isabel Villanueva, Natalia Guerrero y Marta Gómez son, respectivamente, las responsables de la Tienda de Ana, el despacho de la Panadería Hermanos Guerrero y la Tienda de Marta. En su limitado espacio, estos auténticos supermercados en miniatura disponen de un sinfín de artículos. De este modo, en unos pocos metros cuadrados se pueden comprar, entre otros, comestibles, carnes, frutas y verduras del entorno, chacinas, artículos de droguería y ferretería, ropa, juguetes o golosinas. En los tres comercios llama especialmente la atención el orden que guardan la infinidad de productos perfectamente colocados que pueden encontrarse.
Por un lado, la Tienda de Ana lleva abierta desde mediados del pasado siglo en el mismo lugar y, poco a poco, ha ido adaptándose a los tiempos siempre ofreciendo un inmejorable trato a sus clientes. Quien echó a andar el establecimiento hace siete u ocho décadas fue Ana, la abuela de la actual propietaria. Entonces eran habituales los trueques de productos con los clientes y la tienda también ofrecía servicio de bar. En aquella época el negocio tenía unas dimensiones muy reducidas porque el resto de la planta del inmueble la ocupaba una cuadra donde descansaban los animales. En el año 2000, cuando la actual responsable se hizo cargo del negocio, se volvió a instalar la tienda en el lugar donde comenzó su abuela, aunque ampliando el establecimiento.
Por otro lado, el despacho de la Panadería Hermanos Guerrero ofrece, además de otros muchos artículos de alimentación, droguería a granel, pasteles, frutas,… pan y dulces típicos elaborados en un horno de leña que data del año 1882, lo que otorga a los productos un sabor exquisito y muy valorado por todos aquellos que los disfrutan.
Por su parte, la propietaria de la Tienda de Marta decidió hace unos años dejar el mundo de la hostelería e iniciar la andadura de su actual comercio como una forma de emprender en el pueblo y de encontrar una estabilidad laboral sin plantearse la opción de marchar a otras zonas para buscar trabajo. Ahora se muestra muy satisfecha con esa decisión y su objetivo es continuar durante muchos años más.
Una parte de los clientes de estos establecimientos son personas que van de paso por el pueblo y, los fines de semana, visitantes que acuden para hacer turismo rural, aunque las propietarias de estos comercios han explicado que es posible mantener sus negocios abiertos gracias a la fidelidad de los vecinos de Benalauría, que acuden a diario a los establecimientos, por lo que desde los mismos se querido agradecer a los vecinos y vecinas la confianza que han depositado en sus comercios.
Por último, desde el Ayuntamiento de Benalauría se ha querido poner en valor tanto el trabajo que se realiza desde estos comercios como el servicio imprescindible que prestan a vecinos y visitantes, que tienen la posibilidad de adquirir los artículos que precisen sin la necesidad de salir de Benalauria para hacer sus compras, todo ello con la cercanía, la amabilidad y el buen trato que en estos pequeños establecimientos se dispensa a todos los clientes
