El Convento de Santo Domingo acogió en la tarde de ayer un emotivo acto organizado por el Ayuntamiento de Ronda para rendir homenaje a cinco ejemplos de esfuerzo, constancia y arraigo en la ciudad, en el marco de la celebración del Día del Trabajo.
La alcaldesa, María de la Paz Fernández, presidió este reconocimiento que puso en valor trayectorias empresariales y personales que han contribuido al desarrollo económico y social de Ronda. Los homenajeados de este año fueron Calzados Garzón, Óptica Baca, Frasco Instalaciones y Desatoros, Viveros Gómez y Rafael Cintado, más conocido como ‘Rafalito, el frutero’.
Cada una de estas figuras representa una historia singular de compromiso con la ciudad. Calzados Garzón, fundada en 1944 por Emilio Ruiz y Mercedes Sánchez, es un negocio familiar que ha acompañado a generaciones de rondeños y que sigue activo bajo la gestión de sus cuatro hijos, ahora en su nuevo local de la calle Virgen de los Remedios, 14.
También con ocho décadas de historia, Óptica Baca ha sido un referente en el ámbito sanitario y comercial local. Fundada por los abuelos de las actuales propietarias —Begoña, Macarena y Sonia Fernández-Baca—, fue la primera óptica de la ciudad y ha mantenido desde entonces su compromiso con la calidad y la cercanía.
En el sector de los servicios, se reconoció la labor de Francisco Javier Guerrero, creador de Frasco Instalaciones y Desatoros, empresa fundada en 2005 y que se ha convertido en sinónimo de profesionalidad y disponibilidad, ofreciendo atención las 24 horas del día durante todo el año.
Viveros Gómez, con Antonio Gómez al frente, fue otro de los galardonados. Su apuesta por el sector agrícola y de jardinería, desde los tiempos de Cereales Gómez hasta la consolidación de Agrojardín, ha hecho de esta empresa familiar un ejemplo de adaptación y visión de futuro, hoy compartida con sus hijos.
Por último, Rafael Cintado, conocido popularmente como ‘Rafalito, el frutero’, fue aplaudido como símbolo del pequeño comercio de barrio. Desde su frutería en la barriada de San Cristóbal, representa a los muchos autónomos que, con esfuerzo diario, mantienen viva la identidad comercial y social de Ronda.
Con este acto, el Ayuntamiento quiso poner rostro a la pasión y el trabajo que construyen la ciudad día a día. “Hoy no solo conmemoramos el Día del Trabajo, sino que celebramos las historias que tejen el alma de Ronda”, concluyó la alcaldesa.
