Desbarrolles fue un Pintor y litógrafo, que estudió arte en Italia y Alemania, aunque curiosamente, más que sus lienzos, lo que le proporcionó fama universal en su época fue una obra sobre quiromancia de la que llegaron a imprimirse quince ediciones: “Les mystères de la main révélés et expliqués”, por la que es considerado el padre de la quiromancia moderna. Antes del recorrido narrado por nuestro país, había estado varias veces en España, pues el gobierno de Luis Felipe le había encargado diversas gestiones relacionadas con el enlace del duque de Montpensier y la infanta Luisa Fernanda. Su compañero de viaje y amigo, Eugenio Giraud, tuvo más fortuna como pintor; su obra se encuentra expuesta en varios museos franceses, incluido el Louvre. Grabador también, diseñó además el vestuario de los dramas de Víctor Hugo y de Alejandro Dumas.
Llegan a Ronda y visitan el tajo, los Molinos, la Mina de Agua, la Casa del Rey Moro, la Alameda: “Ronda, la Tívoli de Andalucía, cuelga de una roca escarpada que está casi rodeada por un río. Esta corriente se llama Guadalevín, que significa ‘la corriente profunda’. El abismo por el que fluye es la gran característica del lugar. Se divide la ciudad en varios arrabales y es atravesada por tres puentes… También nos encontramos allí un dandy ‘ci-devant’ de París, en Francia, hacía tiempo que padecía una enfermedad del tórax y los médicos lo habían desahuciado. En este triste estado, viajó al sur y llegó a España. Algunas circunstancias imprevistas lo detuvieron algún tiempo en Ronda. Durante su estancia, su salud maravillosamente se recuperó por completo. Esto lo indujo a permanecer donde estaba y a hacer de Ronda su morada. Cuando lo vimos, estaba en perfecto estado de salud y casado con una encantadora andaluza. Gastaba parte de su tiempo disparando y cazando, en una región vecina, abundante en cacería de todo tipo. Nunca antes había sido tan feliz y no tenía el menor deseo de regresar a París y sus bulevares”.