Este honorable viajero es uno de esos ingleses que tienen el convencimiento de que Andalucía es la esencia de España y que recorriéndola, sin traspasar ninguno de sus límites, cumple con creces el cometido de un viaje de altura. Hace su viaje desde Málaga, siguiendo la vega de Antequera, llega a Ronda y desde allí se dirige hasta Gibraltar. Una vez pasado Teba, desde la venta el Ciego, se dirige hacia Ronda.
Con una excelente pluma, describe magistralmente su llegada a Ronda y los paisajes que la rodean. Desde el Puente Nuevo “el espectáculo a la vista excita sensaciones mezcladas de temor, asombro y sorpresa. El espectador domina un abismo oscuro y angosto a una altura vertiginosa y desde esa posición, tan peligrosa como tan elegante, otea con inusuales sensaciones la bostezosa fisura sobre la que está suspendido”. Visita la Casa del Rey Moro y la Mina secreta, por último inicia el relato de pasado árabe de la ciudad.